Chihuahua.- Alrededor de 80 personas del pueblo ódami de Santa Tulita, de la comunidad Mala Noche en el municipio de Guadalupe y Calvo, en la sierra de Chihuahua, tuvieron que huir de su tierra por unos días para salvar su vida, ante la presencia de un grupo delictivo que se dedica a talar el bosque de manera ilegal.
Por Patricia Mayorga / Raíchali
Fotografía principal por Raúl F. Pérez: Mujeres de Santa Tulita miran las pinturas realizadas por niños y niñas de la comunidad.
Por la denuncia que ha hecho la Diócesis de la Tarahumara y organizaciones de la sociedad civil, cuerpos de seguridad federales y estatales los retornaron hoy a su comunidad con la promesa de garantizarles seguridad. Sin embargo, los dejaron sin resguardo en las rancherías.
Se desconoce la situación de otras comunidades cercanas, porque no hay señal. En el pueblo de Amador (localizado a una hora de Baborigame) el grupo delictivo los citó a unos hombres para platicar y al darles la espalda, asesinaron a dos.
Hay otros hombres desaparecidos. Liberaron a dos jóvenes del Puerto de Margarita, pero no se conoce de otros hombres más porque se querían llevar a todos los hombres de Puerto de Ánimas, les quitaron los celulares. Anoche no lograron irse 25 hombres de esa localidad que no lograron viajar en el operativo a Baborigame y se quedaron allá. Se desconoce aún si están a salvo, porque no tienen comunicación.
De las comunidades de Puerto Riyito, cercano a Mala Noche (a casi cuatro horas de Baborigame), tampoco se conoce cómo se encuentran. Y no todas las personas desplazadas decidieron regresar, por temor. Otras más continúan llegando a solicitar apoyo para no regresar.
Como en otros casos de desplazamiento forzado de comunidades indígenas completas, rarámuri y ódami, en ese mismo municipio, las autoridades se comprometieron a brindarles protección, pero temen que sea temporal como ha ocurrido y que la violencia regrese con mayor furia.
Los representantes de la Base de Operaciones Interinstitucional (BOI) que opera en la región, aseguraron que instalarán un destacamento para cumplir con el compromiso de protección a las comunidades de la zona.
La BOI está conformada por personal de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Chihuahua (SSPE), el Ejército Mexicano (Sedena) y la Guardia Nacional.
Las personas indígenas desplazadas permanecieron en un internado de Baborigame, con el apoyo de la parroquia de la Virgen de Guadalupe. Anoche llegó personal de los cuerpos de seguridad para escuchar a las víctimas de desplazamiento forzado y a las y los representantes de la iglesia en la localidad, que les han dado apoyo humanitario.
El comandante de la 42 Zona Militar, Alejandro Silva, entrevistó a las personas desplazadas y se comprometió a dar seguridad a la gente, informó el párroco de Baborigame, Gabriel Parga Terrazas.
Hoy por la mañana, llevaron a niños, niñas, mujeres y hombres a Santa Tulita, el pueblo que se resiste a dejar de cuidar la tierra, el agua, el bosque. Es una de las rancherías con tejido social y comunitario más fuerte junto con las otras rancherías de Mala Noche, justo en el Triángulo Dorado, la sierra que está entre Chihuahua, Durango y Sinaloa.
“La Fiscalía de Distrito Zona Sur, informa en relación a la denuncia púbica en torno a la presencia de civiles armados que impiden el libre tránsito de pobladores en diversas comunidades del municipio de Guadalupe y Calvo que se están realizando recorridos y revisiones en los lugares señalados, garantizando la seguridad y la tranquilidad de las familias”, dice un comunicado de prensa de la Fiscalía.
Asegura que el despliegue operativo es permanente en la región, con la finalidad de inhibir la comisión de diversos ilícitos.
“Los cuerpos de seguridad realizan recorridos en la comunidad Baborigame, en donde se establecen puntos de control sobre el camino que conduce a la cabecera municipal de Guadalupe y Calvo, al igual que en las localidades de Las Juntas de Abajo, El Rincón, Cebollas, Amador, Las Cruces, Puerto Hondo y Puerto Suelo. Se han realizado reconocimientos de forma pedestre y entrevistando a personas de los lugares”, agrega el comunicado.
Sin embargo, las personas desplazadas indican que esas rancherías o comunidades mencionadas por la FGE se ubican cerca de la cabecera seccional, de Baborigame, pero las otras rancherías con mayor problemática, se encuentran más retiradas.
Además indica que atendieron la solicitud de apoyo por el convento del Sagrado Corazón de Jesús, ubicado en Baborigame, para realizar el traslado de personas de la etnia “tarahumara” a la cabecera municipal de Guadalupe y Calvo. Sin embargo, es pueblo ódami, no rarámuri o también conocido como tarahumara.
Las organizaciones estatales, federales e internacionales que acompañan a la comunidad, están atentas para que las personas permanezcan a salvo frente a los grupos delictivos que pelean el territorio no sólo por la droga, sino por los recursos naturales como tala (ilegal) y minería, entre otros.
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