Rocío Gallegos / La Verdad
En los planes de Yumara estaba llegar a Estados Unidos junto con su pareja para pedir asilo y empezar una vida diferente a la que dejó en Cuba hace casi dos años. No pensó en un embarazo y menos que eso ocurriera después de hacer su solicitud de asilo y de ser enviada a permanecer en Ciudad Juárez
“Nunca pensé tener un hijo…en la vida tenía planeado tener un bebé, pero bueno ya Dios me lo mandó” dice la migrante de 27 años, mientras pasa sus manos por su vientre abultado donde lleva a su primogénito.
Estima que su parto puede ocurrir a principios de agosto, pero no tiene certeza de nada porque no ha tenido un consulta médica ni exámenes, menos un ultrasonido. Como la mayoría de los migrantes en Ciudad Juárez que esperan bajo el ‘Protocolo de Protección a Migrantes’ (MPP por sus siglas en inglés), Yumara –cuya identidad real fue cambiada por cuestiones de seguridad migratoria– carece de servicios médicos.
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