Vania Pigeonutt / Pie de Página
Juan Reséndiz perdió a su esposa Alejandra y a su madre Jerónima por posible covid-19. Además, él mismo y sus tres hijas también puedieron haberse estado contagiadas.
El 18 de junio, murió su esposa Alejandra. La mujer de 35 años padecía insuficiencia renal crónica por riñones poliquísticos, y desde hacía tres años necesitaba hemodialisarse cada mes –un procedimiento médico que suple parcialmente la función de los riñones. Desde que presentó los síntomas de covid-19, su salud fue empeorando y en los hospitales nadie quería hemodializarla, les argumentaban que podía contaminar las máquinas.
Los síntomas comenzaron el 20 de mayo, tos seca, dolor de cabeza y dolor de garganta, pero hasta el 26 tuvo fiebre, lo cual fue un indicador para Juan de que tenía que llevarla al hospital. Su mamá, la señora Jerónima, de 87 años de edad, que padecía diabetes desde hace 20 años, murió cinco días antes que Alejandra, la causa: posibles complicaciones por covid-19.
Juan, un plomero de 37 años, cuenta su historia de pandemia tratando de “acomodar”, dice, lo que vivió. Él y su esposa se casaron muy jóvenes. Compartieron 20 años y tuvieron tres hijos, de 19, 18 y 10 años. Y de su mamá, comparte, había vivido con ellos desde hace un año, porque murió su papá y no querían que estuviera sola.
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