Chihuahua

jueves 17 julio, 2025

Mesa Blanca, la comunidad sin camino para enterrar a los suyos

El cementerio tiene alrededor de 60 años. Se nota el paso del tiempo en las tumbas: hay cruces caídas y, en algunas, ya no se alcanza a distinguir el nombre de la persona a quien pertenecen. Para llegar a ese sitio, es necesario caminar por varias horas.

Karla Quintana / Raichali

Mesa Blanca, Madera – El sol apenas tocaba la cima de los encinos cuando el gobernador de Mesa Blanca, Benito Álvarez, encabezó un recorrido con Raíchali para mostrar las malas condiciones del camino hacia el panteón utilizado por la comunidad cuando una persona deja este mundo. Mencionó que era más fácil observar directamente el problema del sendero que tratar de explicar con palabras la necesidad de tener un camino artesanal.

La caminata comenzó a los pies de la escuela “Tierra y Libertad”, en esta comunidad que pertenece al pueblo pima y está localizada en el municipio de Madera, Chihuahua, al Noroeste del estado. Benito explicó que se trata de un recorrido distinto al que hacían muchos años atrás, ya que el camino anterior era aún más complicado.

Varias bajadas y subidas conforman este escabroso camino al panteón. La falta de condición física que deja la vida citadina se hizo evidente. Aquí, en esta comunidad, sólo hay dos formas de trasladarse: en bestia (caballo) o a pie. Eso quedó muy claro al ver al gobernador subir y bajar sin dificultad. Es muy fácil caer o perder el equilibrio por lo pedregoso del terreno.

A lo largo del trayecto se ven ramas caídas, marcas de erosión y algunas huellas recientes, quizá de los animales que transitan o de personas que han pasado por ahí. No hay una brecha clara; más bien es un trazo que la costumbre ha marcado con el paso de los años.

Álvarez menciona que los gobernadores anteriores a él ya habían realizado solicitudes para pedir apoyo y poder arreglar el camino —lo dijo sin detenerse.

Cada vez se veía más lejana la escuela de la comunidad, hasta que los encinos la taparon por completo.

Llegamos al primer descanso. En total son tres descansos obligatorios y, al llegar a cada uno, se debe dejar una piedra en señal de respeto. Ahí se hace una oración o se canta a los seres queridos que ya partieron; eso depende de cada persona.

El traslado es difícil porque no hay entrada para que llegue algún vehículo.

El gobernador indígena cuenta que han subido a los difuntos en un burro, con la ayuda de siete personas para sostener el cajón y guiar al animal. En este recorrido pueden tardar hasta tres horas para llegar al lugar donde se sepulta a sus seres queridos, casi el mismo tiempo que se hace de la comunidad a la cabecera municipal, todo por lo complicado del terreno.

Benito recuerda que, cuando era pequeño, su mamá le echaba unas hojitas en la bolsa de la camisa. Le decía que era para que, al regresar a casa, no lo siguiera el alma de la persona que dejaban en el panteón.

El cementerio tiene alrededor de 60 años. Se nota el paso del tiempo en las tumbas: hay cruces caídas y, en algunas, ya no se alcanza a distinguir el nombre de la persona a quien pertenecen.

Entre quienes descansan en el panteón hay niños, jóvenes y personas mayores. Se observa cómo la naturaleza siguió su curso durante todos estos años: encima de las tumbas han crecido plantas, maleza y, alrededor de ellas, se levantan grandes encinos.

A pesar de esta necesidad evidente, el proyecto de construcción de un camino artesanal en Mesa Blanca no ha sido contemplado por el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).

Con recursos federales, entre el 29 de agosto de 2022 y el 24 de junio de 2023 se invirtieron 50 millones de pesos para abrir tramos en lugares como Presa Peñitas, Año de Hidalgo, Socorro Rivera y Presón del Toro.

Y según una solicitud de acceso a la información pública (folio 330025525000199), se proyecta para 2025 otro camino artesanal en el mismo municipio, también con recurso federal, en el balneario turístico de Huápoca, con una longitud de 32.9 kilómetros y un monto estimado de 50 millones de pesos.

De acuerdo con información del Plan Justicia para la Sierra Tarahumara, en 2025 contemplan la construcción de 16 caminos artesanales con una inversión de casi 350 millones de pesos, que representan 26 kilómetros de vías.

Los caminos artesanales los define el gobierno federal como una estrategia para mejorar la conectividad y el desarrollo de zonas indígenas y rurales, en la que buscan que las comunidades se organicen, administren los recursos y ejecuten las obras directamente.

Al volver por el mismo camino del panteón de Mesa Blanca, entre encinos y piedras sueltas, es posible calcular las horas que la comunidad debe recorrer para despedir a los suyos. Atrás quedan las tumbas sin nombre, las hojas en las camisas de los niños, los rezos bajo el sol.

El camino al panteón no sólo está lleno de obstáculos físicos; también está cargado de historias, de esfuerzo colectivo, de memoria. Sin embargo, hasta ahora, ninguna autoridad ha dado respuesta a la petición de construir un camino artesanal digno para que la comunidad pueda acompañar con respeto a sus muertos.

Los caminos artesanales programados para 2025 son:

– Cumbre del Ojito, que va de los municpios de Guachochi a Morelos y estará a cargo de la comunidad Guacarachi.

– La comundiad La Gloria tiene a su cargo un camino artesanal entre Guachochi y Morelos.

– San Miguel de Abajo, también Guachochi-Morelos, a cargo de la comunidad Chiqueros

– La comunidad de Nakásarachi, construirá un camino artesanal entre Guachochi-Creel.

– La comunidad de Mesa de la Yerbabuena, hará otro entre Guachochi -Batopilas.

– Munérachi tendrá a cargo un camino artesanal entre Batopilas a Sdamachique, municipio de Guachochi.

– Uno más lo realizarán entre Turuachi y Chinatú, del municipio de Guadalupe y Calvo.

– La comunidad de Baborigame constuirá otro hacia la comunidad de Palos Muertos, de Guadalupe y Calvo.

– La comunidad de Cuiteco, del municipio de Urique, estará a cargo de otro que entre Bahuichivo-San Rafael-Cuiteco

– Mogótavo, también del municipio de Urique, tiene a cargo otro de su comunidad, entre Creel-Areponápuchi.

– En el municipio de Guerrero, la comunidad de Arisiachi construirá uno entre La Junta-Tomochi.

– La comunidad de Nabogame, está a cargo de otro de La Junta-Yécora

– La comunidad de Tecorichi construye otro llamado Bagueachi, ranchería El Cuervo.

– En el municipio de Balleza, habrá otro de la Laguna Juanota- El Vergel.

– La comunidad San Ignacio Arareco realiza otro que va hacia Creel.

– Y la comunidad de Tehuerichi está a cargo de uno que conduce de Panalachi (municipio de Bocoyna)-Tehuerechi (municipio de Carichí).

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