Chihuahua

jueves 17 julio, 2025

Estudiantes del CBTis 122 denuncian cobro por calificaciones; profesor y dirección lo niegan

Entre irregularidades, omisiones y poca comunicación, se vive un conflicto durante el final de semestre dentro del CBTis 122, todo derivado de un proyecto en el que estudiantes denunciaron verse afectados. El profesor a cargo es, presuntamente, protegido desde la dirección de la escuela.

Texto y fotografías de Óscar Rosales / Raíchali

Chihuahua.- Un grupo de estudiantes del Centro de Bachillerato Tecnológico industrial y de servicios (CBTis) #122, de la especialidad en electrónica, acusó al profesor Sixto Humberto González Páez de presuntamente condicionar sus calificaciones por un pago de dinero de 300 pesos por persona, el cual se utilizaría para un proyecto de sistema de riego automatizado que comenzó en febrero de este año y que la escuela no tuvo la capacidad de solventar en su última etapa.

De acuerdo con el alumnado denunciante (quienes pidieron cambiar sus nombres por temor a represalias), el recurso fue solicitado de “manera voluntaria” durante el mes de mayo a los grupos de 6°D, 6°N y 6°M, para la compra de herramientas y materiales, esto como una opción para acreditar la última unidad del semestre.

Además del donativo, la mitad de los tres grupos fueron aparentemente forzados a cavar las zanjas y realizar la instalación de tuberías frente al Laboratorio de Electrónica y jardines cercanos.

Los y las estudiantes explicaron en entrevista a Raíchali que nunca sintieron la petición del dinero como algo opcional y “voluntario”, debido al comportamiento de Sixto en el aula desde que lo conocieron hace un año.

La poca transparencia en sus procesos de enseñanza hasta humillaciones verbales, son algunas de las actitudes que aseguran tolerar. Denunciar ante las mismas autoridades del plantel el supuesto abuso de poder no es una opción, debido a la relación de amistad que tiene el profesor con el director actual, explicaron.

El profesor Sixto negó las acusaciones, afirmó que todo el proceso ha sido transparente, y reveló documentación de gastos para respaldar su versión. Por otro lado, el director del CBTis 122, Ing. Jesús García Chávez, aseguró que no ha recibido ninguna queja verbal o escrita sobre el desempeño del maestro o las irregularidades del proyecto del sistema de riego.

El conflicto se vive a tan solo unas semanas de la ceremonia de graduación, que se realizará el próximo 26 de junio. Sin embargo, los y las estudiantes temen que haya venganzas futuras y que se obstaculice injustificadamente su proceso para titularse como futuros Técnicos en Electrónica.

Zanjas y tubos para aprobar

A partir de febrero de este año, el profesor Sixto González dividió en dos equipos al total de los tres grupos de sexto semestre de electrónica que tiene a su cargo: una mitad se encargaría de participar en una competencia de robótica de seguidores de línea, mientras que el resto sería responsable de implementar un sistema de riego automatizado para las áreas verdes que rodean al Laboratorio de Electrónica.

En un inicio la escuela pagó por el material necesario que se utilizó para la realización del proyecto de riego. Sin embargo, fueron los mismos alumnos quienes se encargaron de abrir las zanjas en la tierra e instalar en ellas las tuberías, unirlas y darles el soporte adecuado.

Las y los estudiantes creyeron que a pesar del trabajo físico obligado bajo las altas temperaturas de la ciudad, el maestro les enseñaría la parte relacionada con la electrónica en el proceso de automatización, ya que justamente su clase aborda este tipo de sistemas. Aunque eso, nunca pasó.

El proyecto fue suspendido durante el mes de abril porque los y las estudiantes quebraron muchas de las tuberías ya existentes y generaron varias fugas de agua.

Los alumnos atribuyen los daños físicos a la falta de supervisión del profesor, quien aseguran se ausentaba durante las horas de clase, mientras que el mismo Sixto afirmó que los estudiantes las rompieron “por vagos”.

No obstante, la construcción se retomó en mayo, solo que desde ese momento la escuela ya no pagó el material debido a la falta de recurso.

A pesar de que en un principio algunos alumnos optaron por seguir con las prácticas y no entregar el dinero, finalmente la mayoría cedieron por miedo a que no se les evaluara de manera justa. Según su testimonio, en ningún momento se mostró alguna factura o recibo de compra que justificara la petición de Sixto.

“Nunca nos dieron un comprobante de que para eso se fuera a utilizar el dinero (…) es un robo, la verdad”, declaró Paola. Para los alumnos, resultaba sospechoso que las entregas de dinero fueran en efectivo o mediante transferencias hacia la cuenta personal de banco del docente.

Recibo de transferencia a cuenta del profesor Sixto González

Sin embargo, en entrevista con Raíchali el pasado miércoles 11 de junio, el profesor Sixto negó los señalamientos y afirmó que toda entrega de dinero fue voluntaria. Si no se le han mostrado los recibos a los y las estudiantes de electrónica, es porque ninguno se lo ha solicitado, aseguró.

“Hay que rescatar todos estos arbolitos”, añadió el catedrático, quién lleva 33 años dando clases en el CBTis 122.

En un documento de control de gastos realizado en Excel, el profesor mostró a Raíchali que entre los tres grupos se han acumulado 18 mil 200 pesos de donaciones que, él insiste, han sido voluntarias. De ese monto, 6 mil 300 pesos corresponden al grupo de 6°D; 6 mil 800 pesos al 6°M; y 4 mil 500 al 6°N.

“Todo está seguido y todo está en regla”, aseguró.

En ese mismo sentido, el maestro también reveló una factura de ferretería con fecha del 29 de mayo del 2025, por un total de 6 mil 578.90 pesos. Raíchali solicitó una copia digital de dicho comprobante para incluirla en esta nota, pero hasta el momento de esta publicación, no fue enviada.

“Si tienen alguna duda o algo, que vengan conmigo, ¿por qué andan con esas tonterías?”, cuestionó.

Todos saben que pasa, nadie dice nada

Para Paola, los problemas con Sixto González comenzaron mucho antes del sistema de riego. En 2024, al inicio de su quinto semestre en la carrera de electrónica, el profesor nunca les proporcionó el avance programático, es decir, que temas y actividades aprenderían los próximos meses, asegura. Para la alumna, ese primer acto de desinterés fue una señal de alerta.

Unas semanas después, el profesor los orillaría a comprar un paquete de materiales electrónicos que el mismo vendía. Paola y el resto de su grupo, no vieron alternativa, ya que ese kit lo utilizarían todo el ciclo escolar.

Vanessa, quien está en el mismo salón que Paola, detalló que el maestro tampoco era responsable con su hora de llegada y que la mayoría de los temas y prácticas de clase los han investigado por su cuenta a lo largo del año.

“No nos está enseñando nada realmente”, aseguró Vannesa.

Aún y con la ausencia de su enseñanza, el profesor les ha prohibido que entre estudiantes se presten material de práctica, pese a que son componentes muy específicos los que intentan compartirse. Esto, más las inconformidades por su falta de puntualidad, han generado peleas verbales y aparentes actitudes de soberbia del mismo Sixto, comentaron.

“Ha hecho muchas veces comentarios de ese tipo, de que simulando como si él fuera nuestro jefe y nosotros sus empleados.”, expresó Paola.

Al preguntarles porque ninguna de sus quejas las hicieron llegar a las autoridades correspondientes dentro de la escuela, el grupo de estudiantes explicó que hay un miedo generalizado, ya que “conocen” las reacciones que puede llegar a tener el profesor Sixto.

Además, afirman que el director Jesús García Chávez no es imparcial y tiene favoritismo hacia Sixto González debido a su relación de amistad.

Añadieron que Sixto no es el único catedrático con ese comportamiento en el plantel, pero la mayoría del cuerpo académico ignora a propósito ese tipo de situaciones. Todos y todas saben que pasa, pero nadie parece tener intenciones de arreglar las cosas de fondo, expresaron.

Si bien los y las estudiantes no buscan que el docente sea despedido, si exigen que sus actitudes y conductas sean cuestionadas y se le sancione debidamente por las autoridades correspondientes dentro de la escuela, y que dichos correctivos se apliquen por igual a cualquier otro personal que recaiga en esos patrones de comportamiento.

Sin denuncias formales, no hay acción: Director del CBTis

Para el director del CBTis 122, el Ing. Jesús García Chávez, no hay forma de proceder ante las denuncias de los y las estudiantes porque no hay una presentación formal por escrito de las quejas que haya sido presentada en la oficina de dirección.

Explanada del plantel / Fotografía: Óscar Rosales

Desde su llegada como director, hace dos años y medio, García Chávez reconoció que entabló rápida y fácilmente una relación de amistad con el profesor Sixto González, pero que esto no implica un favoritismo hacia él.

Lo anterior lo expuso frente al mismo maestro, quien solicitó estar presente durante la mitad de la entrevista.

Respecto al sistema de riego y las presuntas donaciones voluntarias de los y las estudiantes, García Chávez explicó que la escuela no cuenta con los fondos suficientes para terminar el proyecto, ya que todos los recursos económicos operativos del plantel provienen de las cuotas de inscripción.

La Dirección General de Educación Tecnológica Industrial y de Servicios (DGETI), dependencia que coordina la operación de los CBTis en todo México, solo aporta los sueldos del personal docente, detalló García.

“Tenemos muchos gastos que hacer, entonces vamos dándole a las prioridades que se requieren”, comentó. Entre dichas urgencias, se encuentra el mantenimiento general de la escuela (pintura, sillas, etcétera) y consumibles, como material y artículos de oficina.

Bebedero de agua en el CBTis 122 / Fotografía: Óscar Rosales

De igual manera, el director dijo confíar en Sixto para el manejo del dinero y que a nadie se le ha pedido de manera obligatoria.

Raíchali solicitó los documentos que comprobaran el gasto inicial que realizó la escuela para los materiales utilizados en el sistema de riego. Hasta el momento de esta publicación, ninguno fue enviado.

Añadió que la venta de material electrónico que hace el docente para las prácticas de laboratorio no lo considera un negocio y que el actuar de Sixto es un “apoyo” para sus grupos.

Pasillo principal, en la entrada de la escuela / Fotografía: Óscar Rosales

Para finalizar, el director negó que el personal docente de la escuela sea poco profesional con sus métodos de enseñanza. Enfatizó en que de ser cierto, ya existiría algún documento que lo respaldara, ya que los rumores para él no tienen la misma validez.

A pesar del temor del alumnado denunciante, García Chávez aseguró que su oficina siempre será de “puertas abiertas” y que no se tomarán ningún tipo de represalias.


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