Patricia Mayorga / Raíchali
Rosa Amalia Galindo Domínguez llegó temblorosa a la plaza Hidalgo para exigir el cese de extracción de agua de las presas de Chihuahua. Fue de las primeras que llegó a la manifestación masiva de hombres y mujeres del campo, acompañada de otras dos mujeres agricultoras de Barranco Blanco, un poblado del municipio de Rosales.
“Yo ahorita ando navegando mi diabetes por acá, ando temblorosa, por andar cumpliendo con la exigencia de lo que nos está pasando. No tenemos agua en mi pueblo, en Barranco de Blanco (uno de los más alejados del municipio de Rosales), del pozo sólo sale arena y nos dan un plazo de dos meses para abrir otro, pero no con la extracción del agua de las presas nos quieren dejar sin agua, de plano, nos van a dejar sin agua las parecelas”, dijo la mujer detrás de un cubrebocas azul y sostenida en un bastón de madera.

El norte de México vive la peor sequía de los últimos 21 años, advirtió la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) de México y Estados Unidos y el gobierno estatal solicitó a la Conagua la declaración de desastre natural para 52 de los 67 municipos de la entidad, porque tienen condiciones de sequía y pidió acceder al Fondo de Desastres Naturales.
Sin embargo, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) continúa sacando agua de las presas La Boquilla y Luis L. León El Granero.
CILA llamó a los usuarios a ahorrar volúmenes de agua específicos durante 2021, de conformidad con lo establecido en el Plan Binacional de Contingencia Ante la Escasez de Agua y el Plan de Contingencia contra la Sequía de la Cuenca Baja en los Estados Unidos.
Los agricultores llegaron hoy a mediodía de los municipios de Delicias, Camargo, Saucillo, Jiménez, Meoqui, Rosales y Ojinaga, porque la situación afecta de manera crítica a por lo menos 40 mil familias de la región.
Andrés Valles, presidente del módulo 4 del distrito de riego 05, calificó de incongruente al gobernador Javier Corral porque por un lado pide la declaratoria de desastres naturales y por otro, no les ha apoyado para el cierre de las compuertas de las presas. Y más: el 3 de diciembre pasado, se comprometió con la directora de Conagua, Blanca Jiménez y con la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, a que el Tratado Internacional de Aguas se pague con agua de Chihuahua.

En el comunicado que emitió la CILA, argumenta que las proyecciones de las elevaciones en las presas por parte del Buró de Reclamación de Estados Unidos, indican que esos planes descritos en el acta 323 (acuerdo de CILA de 2017), en respuesta a la “peor sequía de 21 años de que se tenga registro”.
A partir del 1 de enero de 2021, el Valle de Mexicali dejará de recibir los 51 millones de metros cúbicos de agua del río Colorado, para generar dichos ahorros.
Derivado del panorama de sequía, este 2020 se aplicará por primera ocasión el recorte de agua que contempla en acta 323. Por la ligera recuperación en el nivel de agua en los últimos meses del año pasado, la medida fue pospuesta, ya que hubo lluvias tardías.
Sin embargo, contemplan la aplicación del acta para 2021. El Valle de Méxicali recibe cada año mil 854 metros cúbicos de agua que proviene del río Colorado, para uso agrícola y se distribuye en otras ciudades de Baja California Norte, en esa parte se aplicará el acta mencionada.
“Los acuerdos internacionales adoptados en el Acta 323 reconocen que ambos países deberán recortar asignaciones cuando el Lago Mea alcance una elevación de 1075 pies o menor, en tanto que cuando la elevación sea de 1090 pies o menor, deberán de llevar a cabo ahorros voluntarios de agua que podrán ser recuperables cuando las condiciones de almacenamiento de las presas mejoren. El pronóstico actualizado del estudio de 24 meses del mes de agosto del Buró de Reclamación, con el cual se establece la operación anual para 2021, proyecta que la elevación del Lago Mead al 1 de enero de 2021 será de 1,085.28 pies, con la cual se detona la aplicación de ahorros recuperables de conformidad con el Plan Binacional de Contingencia ante la Escasez de Agua”, señala el comunicado.
En la solicitud de la declaración de desastres naturales, el gobierno de Chihuahua muestra un panorama delicado:
“Durante el lapso enero-julio (siete meses), la precipitación registrada en el estado es de 165.3 milímetros; en junio de 2020 se registró 19.5 mm de lluvia, siendo el mes más bajo en precipitaciones para el mismo periodo de los últimos seis años; julio de 2020 registró 82.8 mm de lluvia, siendo el segundo más bajo para el mismo periodo de los últimos seis años; durante la primera quincena de agosto hubo una ausencia total de lluvias y se ha presentado calor intenso durante el verano, con temperaturas por arriba de los 33 grados centígrados”.
Desglosa que en 12 municipios se han presentado condiciones de anormalidad en las lluvias en el periodo de enero a julio, en otros 10 se presentan condiciones anormales de sequía entre marzo y julio, en otros 10 hay condiciones de sequía de abril a julio.
Asimismo, 11 municipios tienen condiciones de sequía durante los meses de junio y julio, 9 se incorporaron a condiciones de sequía a partir de la segunda quincena del mes de junio y durante todo el mes de julio y sólo 15 no presentan condiciones de sequía en el periodo enero-julio.
YA NO TENEMOS AGUA: AGRICULTORES
Rosa Amalia Galindo tiene 10 hectáreas de tierra que las renta para sembrar alfalfa, pero ahora el agua es insuficiente para el riego y también para el uso doméstico. La presidencia municipal los está apoyando con una pipa diaria en el pueblo, pero no es suficiente. Para hacer comida, debo ir hasta Cárdenas, poner gasolina, para comprar agua purificada”.
Arturo Martínez es un productor del ejido Loma de Pérez del municipio de Delicias y Luis Fernando Salgado de Meoqui. Fueron de los primeros que llegaron a la plaza Hidalgo, frente al palacio de gobierno, para denunciar que por la extracción del agua de las presas, a los productores pequeños les han restringido el agua y es insuficiente para sembrar su maíz, alfalfa y nogales
“Por ejemplo, ahorita tenía que haber llegado urgentemnte y aquí ando. Como ellos, estamos a lo último (en el territorio), no hay agua. Conagua siempre están sacando, está mal porque qué vamos a hacer a la vuela de año. Del módulo nos dijeron iban a reducir determinada cantidad de agua, pero a mí no me costea porque rento y es cara la renta (del predio)”. dice Luis Fernando Salgado.
Añade:
“El panorama es sujetarnos a lo que venga, no podemos exigir si se están llevando el agua. Aquí no ha llovido ni gota, sólo llueve puro calor. El agua es impredecible y este señor (el presidente Andrés Manuel López Obrador) dice que van a llenar otra vez las presas, ¿y quién es él para decir eso. Ya fuimos a la presa y nos fue mal porque ahí estaba la Guardia Nacional, y él ahí nomás hablando desde lejos. Todos jalan nomás para su lado”.

Andrés Valles reitera que las presas de Chihuahua no son para pagar el Tratado Internacional de Aguas:
“El Tratado (Internacional de Aguas) se paga de una manera, de escurrimientos y demasías. Si se sigue extrayendo agua de las presas no vamos a tener agua para 2021, ni el gobernador ha salido a defendernos. El 3 de diciembre se comprometió con Olga Sánchez y con Blanca Jiménez, a pagar el agua del Tratado con agua de Chihuahua, el agua no se debe pagar a voluntad de los gobernadores”, recordó Valles.