Jaime Armendáriz / Raíchali
La ilusión de tener una obra hidráulica para tener agua potable en el ejido Ocampo, demanda de hace 2 décadas, creció en sus habitantes a finales del año pasado e inicio de éste 2020, debido a trabajos y reuniones con autoridades locales y federales, sin embargo hoy están en la incertidumbre por la posible inexistencia de dinero público para llevarlo a cabo.
Esa incertidumbre la convirtieron en movilización durante las semanas recientes, en las cuales han realizado protestas, han tenido desencuentros con funcionarios estatales y, en varias ocasiones, recibido verdades a medias.
Se trata de un proyecto que trabajaron con autoridades federales como Conagua, con conocimiento en la Junta Central y Municipal de Agua y Saneamiento, (JCAS y JMAS), ambas dependencias del Gobierno del Estado, y con el acompañamiento desde el Congreso del Estado para empujar recurso para hacerla realidad.
El proyecto oscila en costo en los 14.8 millones de pesos y establece la posibilidad de abastecer de agua potable a ese ejido, localizado en el kilómetro 33 de la carretera Chihuahua a ciudad Juárez, al Norte del municipio de Chihuahua capital, mediante pozos que tienen en la zona.
Pero al momento la información oficial es que no se tiene el dinero para llevarlo a cabo, según el ingeniero Fernando Flores, director de Operación Regional de la JCAS, que ha tenido un par de reuniones con los habitantes.
Esa versión ha chocado constantemente con los propios vecinos del ejido y los activistas que han gestionado los encuentros con la autoridad.
Luz María Cisneros, una de las activistas que ha encabezado las protestas, insiste en que existe el dinero en el Gobierno del Estado y Gobierno Municipal para realizar el proyecto.
Se basa en que un regidor de Morena, Rubén Castañeda, dio a conocer que desde el Ayuntamiento de Chihuahua se tiene dinero para aportar y consolidar la obra.
Además asegura que desde el Congreso del Estado se aprobó desde el año pasado, por unanimidad, un presupuesto para el proyecto.
Con todo ello considera incongruente que se les argumente carencia de dinero cuando durante varias semanas hubo reuniones con diferentes órdenes de gobierno para trabajar en ese proyecto.
La exigencia que han hecho corresponde a por lo menos 100 familias, que desde el 2015 reciben el agua con pipas enviadas por las dependencias de Agua y Saneamiento, pero desean tener una obra propia para no depender de la disponibilidad de pipas.
En el Congreso solo hicieron un exhorto y desde la JCAS los han desdeñado
Los habitantes del ejido han confiado en que desde el Congreso del Estado se aprobó el recurso para llevarles agua potable, pero el único registro del caso de tiene el 24 de septiembre del año pasado.
Ese día, los diputados solo enviaron un exhorto a la JCAS y JMAS para realizar estudios y enviar al Congreso un proyecto ejecutivo “respecto a la situación en el suministro y la calidad del agua de los dos pozos de la localidad de Ejido Ocampo, en el Municipio de Chihuahua, con el propósito de estar en aptitud de proyectar los recursos necesarios en el Presupuesto de Egresos del Estado, para el próximo Ejercicio Fiscal”.
Así está establecido en el Acuerdo 308/19, originado por la iniciativa con número 1151, presentada por los diputados morenistas Francisco Humberto Chávez Herrera, Lourdes Beatriz Valle Armendáriz y Leticia Ochoa Martínez.
A la fecha ninguna de esas dependencias estatales respondió oficialmente el llamado hecho por el Poder Legislativo.
La única información que los habitantes han tenido desde la JCAS se dio por el ingeniero Flores, de Operación Regional, que les ha negado la existencia de recurso.
Mientras que el director ejecutivo de la Junta Central, Óscar Ibáñez, dejó plantados a los colonos del ejido el viernes 17 de julio, y el martes 21 no los recibió porque comenzó un periodo vacacional, según información del departamento de Comunicación Social de la dependencia.
De la reunión del 17, el propio titular de la JCAS hizo la promesa 2 días antes de acudir al salón de usos múltiples del ejido Ocampo, pero no llegó y en su lugar estuvo el ingeniero Flores, con el que solo se hicieron de palabras.
Para el martes 21, los demandantes realizaron una protesta en las oficinas de esa dependencia, en la avenida Teófilo Borunda, y consiguieron una nueva cita para el jueves 30 de julio en el Congreso del Estado, con la esperanza de poder destrabar esa gestión.
A la reunión esperan que acuda Ibáñez, Roberto Lara, titular de la JMAS, así como el diputado Humberto Chávez y la regidora Catalina Bustillos, mientras que de los colonos estará el presidente del comité de vecinos, el comisario ejidal y la activista Cisneros.
El presupuesto de Egresos 2020, contempla (página 42) 265 millones 923 mil 307 pesos para la JCAS durante éste año, más una reasignación (página 101) de 9 millones 200 mil pesos para “Conducción Interparcelaria de agua para riego agrícola (4.2 mdp) y Unidades de medición CILACONAGUA (5 mdp).