Por Karla Quintana
Durante la Semana Global AMI, comunicadores indígenas de Bolivia presentaron la Mochila Cibersegura, que enseña a usar Internet de forma segura.
La propuesta boliviana Mochila Cibersegura, creada por comunicadores indígenas quechuas del Centro de Producción Radiofónica (CEPRA), fue una de las cuatro iniciativas internacionales presentadas en el marco de la Semana Mundial de Alfabetización Mediática e Informacional (AMI) organizada por la UNESCO.
CEPRA, una organización no gubernamental fundada en 1981 en Cochabamba, trabaja en comunicación comunitaria con enfoque intercultural y, en alianza con DW Akademie, impulsa el proyecto “Lucha contra la desinformación y el discurso de odio”, del cual surge Mochila Cibersegura, una herramienta educativa que fomenta el uso responsable y crítico de internet entre niñas, niños y adolescentes.
Luis Salazar inició su carrera como productor en la radio de CEPRA: “Cuando yo entré a la radio no tenca un enfoque ideológico, sino un interés por aprender lo técnico”, explicó. Pronto entendió que la comunicación debía estar ligada a la identidad. “En Bolivia la mayoría somos de organizaciones campesinas e indígenas; es parte de nuestra identidad”, afirmó.
La comunicadora Gloria Rosales, integrante de CEPRA, explicó que la herramienta educativa nació tras un diagnóstico participativo con niñas y niños rurales. “Nos dijeron que les gustaba más pintar, hacer actividades y enfrentarse a desafíos, no aprender de forma tan vertical como en la escuela”, apuntó. Con base en esos resultados, diseñaron materiales pedagógicos y lúdicos para abordar el ciberacoso y el uso del tiempo en pantallas fomentando un pensamiento crítico.
Rosales, quien lleva tres años en el proyecto, señaló que trabajar con personas adultas era un reto. “Es más difícil incorporar nuevas habilidades, por eso propusimos trabajar con niños, adolescentes y jóvenes para desarrollar competencias mediáticas desde edades tempranas”, dijo.
El proyecto se implementó en cinco unidades educativas rurales y periurbanas, donde participaron 150 niñas y niños y 30 maestras y maestros. Su contenido busca integrarse a la malla curricular boliviana y se espera que el Ministerio de Educación lo incorpore oficialmente el próximo año.
Efraín García, también de CEPRA, comparte una historia similar: “Mis padres son inmigrantes del campo, nacieron allá y de jóvenes se fueron a trabajar a la capital. Somos una familia migrante como muchas en Bolivia”, comentó. Ser de comunidades indígenas y hablar el idioma es lo que refuerza el proyecto, porque conocen el territorio y las necesidades que les afectan.
La Mochila Cibersegura fue desarrollada de manera colaborativa entre comunicadores, docentes, pedagogos y familias. “Niños, jóvenes y adultos propusieron cómo aprendían mejor. Por eso es una construcción colectiva”, explicó Rosales.
La herramienta utiliza personajes inspirados en la fauna boliviana para reflejar los distintos ecosistemas del país. “Las historias ocurren dentro de comunidades con animales del altiplano, los llanos y la Amazonía. Así, los niños se sienten más identificados con su entorno”, detalló Gloria.
La iniciativa también busca ampliar su alcance lingüístico. “Creemos necesario convertir algunas actividades a idiomas nativos, porque nuestra cultura quechua y aymara es más oral que escrita. Queremos trabajar en formatos de audio o video para fortalecer esa parte”, explicó Salazar.
Las trayectorias personales de quienes integran el proyecto reflejan procesos de recuperación cultural. “Mi madre es una mujer indígena que habla quechua y mi padre también es del área rural. Entiendo el idioma, aunque no lo hablo con fluidez, porque antes del gobierno de Evo Morales existía mucha discriminación hacia los pueblos indígenas. Nuestros padres no querían que nos enseñaran el idioma para evitar que nos discriminaran”, compartió Gloria.
Salazar recordó que reencontrarse con su lengua fue parte de ese proceso. “Cuando llegué a CEPRA estaba dejando de hablar el quechua. Al trabajar ahí lo retomé naturalmente, porque lo aprendí en mi niñez, en mi comunidad”, dijo.
Durante la pandemia de la COVID-19, el equipo enfrentó limitaciones tecnológicas en Bolivia, sobre todo en zonas rurales, lo que evidenció la urgencia de una alfabetización mediática más inclusiva. “Vimos que los niños aprendían distinto, jugando. Eso inspiró la metodología de la mochila”, señaló Rosales.
Hoy, la Mochila Cibersegura se consolida como una herramienta educativa con enfoque intercultural que fortalece la alfabetización mediática e informacional desde la infancia, promueve el pensamiento crítico y recupera el valor de las lenguas y narrativas indígenas. Su desarrollo reafirma el papel de los comunicadores comunitarios en defensa de la identidad y la participación digital consciente en Bolivia.
Campus AMI – Youth Newsroom 2025 es fruto de la alianza entre DW Akademie y la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia. El Campus AMI es una iniciativa híbrida para impulsar la Alfabetización Mediática e Informacional en América Latina que cuenta ya con cuatro ediciones. Este proyecto está liderado por DW Akademie y promovido por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo.
Este trabajo fue publicado originalmente en DW Akademie que forma parte de Territorial Alianza de Medios. Aquí puedes consultar su publicación.
