La investigación “Carne de conejo: ¿A qué sabe la crueldad?” realizada por la organización Igualdad Animal denuncia los actos crueles a los que son sometidos los conejos que son criados por su carne; a través de videos y fotografías mostraron la forma cruel en la que los conejos -en granjas de Querétaro y Ciudad de México- son criados y asesinados para el goce de comensales.
En México, señalan, se mata a más de un millón de conejos para el consumo humano; sin embargo, no hay legislación alguna que proteja sus derechos en la etapa de crianza, razón que facilita una serie de prácticas que atentan contra su bienestar. Por estos hechos ya han presentado una denuncia por estos abusos.
Darwin Franco / @DarwinFranco / ZonaDocs
¿A qué sabe la carne de conejo?: Sabe a crueldad, esta es la conclusión a la que llega la organización Igualdad Animal -organización internacional de protección animal- luego de investigar los tratos cruel y degradantes a los que fueron sometidos miles de conejos que son criados para el consumo humano.
A través de crudas imágenes, las y los defensores de los animales lograron captar en video y fotografía la manera en que los trabajadores de estas granjas/rastros maltrataban a los conejos como una práctica cotidiana; así mismo retrataron cómo los sometían a tratos crueles para movilizarlo.
Todo esto quedó plasmado en la investigación “Carne de conejo: ¿A qué sabe la crueldad?”, la cual usan como sustento de las diversas denuncias legales que han interpuesto contra las granjas de conejos de Querétaro y Ciudad de México, responsables de generar este maltrato animal.
Para las y los activistas, estos hechos violentan la NOM-033-SAG/ZOO-2014, la cual señala qué tipos de métodos obligatorios que deben de seguirse para la matanza de animales domésticos y silvestres en México:
“Se le denuncia, entre otras cosas más, por no mantener a los conejos tranquilos durante el proceso, pues no se les aturde previa matanza y se les deja colgados más del tiempo permitido”.
En la granja que observaron en Querétaro lograron documentar las áreas de crianza y matanza, ahí “los principales problemas encontrados fueron el sistema de alojamiento en jaulas de batería, el mal manejo y la matanza sin aturdimiento”.
En las granjas de Ciudad de México lograron registrar sólo los espacios de crianza: “Ahí volvimos a registrar el alojamiento en jaulas, la falta de higiene y animales lesionados”.
En síntesis, lo que Igualdad Animal encontró en estas granjas fue:
- Hacinamiento de conejos en jaulas de batería: como a otras especies explotadas para consumo humano, se mantiene a los conejos dentro de jaulas de alambre, que no dan sostén suficiente a sus cuerpo, lastimando principalmente sus patas, además de ser tan pequeñas que no les permiten estirarse.
- Carencia de ventilación, lo que empeora porque en algunas de estas jaulas se encuentran hasta 10 conejos.
- Manejo inadecuado y severo: los conejos muestran temor y desconfianza en cada interacción con los humanos, debido a que estos los tratan violentamente como algo rutinario.
- Matanza sin previo aturdimiento: los conejos están plenamente conscientes en el momento de su muerte por desangrado, cuando se les realiza un corte en el cuello.
- Aunado a ello, la matanza no se realiza de forma ordenada, por lo que algunos conejos se dejan colgados por mucho tiempo, provocándoles aún más dolor y dejando que sean testigos de todo lo que les sucede a los demás y pronto a sí mismos.
No hay regulación
Igualdad Animal señaló que muchas de estas terribles prácticas ocurren porque “la falta de regulación sobre el bienestar animal provoca que los conejos no están protegidos por las leyes mexicanas en la etapa de crianza, por lo que sufren de una serie de prácticas que atentan contra su bienestar, como confinamiento en jaulas y mutilaciones sin anestesia o tratamientos para el dolor”.
Las únicas normas que existen, en torno a los conejos, se limita a aspectos de transporte y matanza, “pero aún así se incumplen”, denunciaron.
Para la organización “todas las granjas investigadas comparten un características en común: el trato cruel a los animales a través de prácticas incompatibles con su bienestar y un incumplimiento evidente a la norma que obliga a que se induzca a los animales a un estado de inconsciencia previa a la matanza”.
La conclusión a la que llegaron, luego de su investigación, es que “la explotación para consumo humano es incompatible con el bienestar de los conejos. pues no pueden expresar sus comportamientos naturales, se encuentran en estrés constante y la muerte que se les da es sumamente cruel”.
Lamentablemente, esto no es algo exclusivo de México, pues es una mala práctica que también ocurre en países como España o Italia, donde Igualdad Animal también ha denunciado estos maltratos.
En México, conforme las últimas estadísticas que datan de 2018, se matan 1.4 millones de conejos al año para producir carne.
Tomando como evidencia las videograbaciones y el material fotográfico, Igualdad Animal ha presentado las denuncias por estos abusos a las autoridades correspondientes, por las cuales aún no se recibe respuesta.
Estos maltratos pueden verse en este video
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Este contenido fue originalmente publicado en ZonaDocs, integrante de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar su publicación.
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