Chihuahua.- El 27 de marzo, la comunidad indígena de Choréachi, municipio de Guadalupe y Calvo, presentó una denuncia popular ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) por el marque y aprovechamiento forestal con fines comerciales dentro de su territorio ancestral.
Desde el año pasado, la comunidad ha documentado trabajo de marque y aprovechamiento forestal ilegal dentro de su territorio, el cual se ha hecho con la protección de personas armadas, detalló la asociación Alianza Sierra Madre en un comunicado de prensa.
“El aprovechamiento forestal, presuntamente lo están haciendo integrantes de la comunidad Coloradas de los Chávez. No omitimos informar, tanto el marqueo, como el aprovechamiento, se está realizando con la protección de personas armadas, comúnmente conocidos como sicarios”
En el boletín, se destacó que, pese a la emergencia sanitaria por el Covid-19, los integrantes de la comunidad rarámuri observan el trazo de una brecha de terracería en la que actualmente están trabajando máquinas, sin su consentimiento, lo que pone en peligro su salud, su seguridad y su medio ambiente.
En Choréachi, también conocido como Pino Gordo, 80 por ciento del territorio ancestral está constituido por bosque viejo de pino y encino que alberga una gran diversidad de flora y fauna.
Además, es uno de los últimos lugares de la Sierra Tarahumara con dicha biodiversidad, lo cual ha sido posible gracias a la protección y defensa que la comunidad rarámuri ha emprendido por generaciones.
Ante esa situación, exigieron:
- Que las instituciones competentes de los gobiernos federal y estatal garanticen la vida e integridad física de la totalidad de integrantes de la comunidad de Choréachi, como mandató al Estado mexicano la Corte Interamericana de Derechos Humanos
- Que las autoridades competentes suspendan de manera inmediata las actividades de aprovechamiento forestal que se realiza en el territorio de la comunidad de Choéachi.
- Que se proceda, investigue y se sancione a quien o a quienes resulten responsables.
Los rarámuri de Choréachi, conocidos como los guardianes del bosque, llevan 20 años de lucha en los tribunales agrarios con el acompañamiento y asesoría de la asociación civil Alianza Sierra Madre.
En 2018, el Tribunal Superior Agrario reconoció que la comunidad indígena Choréachi tiene derecho a su territorio y bienes naturales. Sin embargo, su lucha por el reconocimiento de su territorio ancestral ha derivado en varias agresiones en su contra.
Ante el hostigamiento, amenazas y el asesinato de defensores ambientales rarámuri, entre ellos Juan Ontiveros Ramos, la comunidad cuenta con medidas provisionales por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humano.
