Chihuahua

jueves 28 marzo, 2024
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    A 30 años de feminicidios en Chihuahua, madres y activistas denuncian trabajo simulado de las autoridades

    Luego de tres décadas de que se comenzaran a documentar feminicidios en Chihuahua, madres y organizaciones civiles denuncian que las instituciones encargadas de atender la violencia contra las mujeres simulan su trabajo al funcionar sin un presupuesto asignado. En lo que va del 2023, 26 mujeres han sido víctimas de feminicidio en el estado, lo que nos coloca en el sexto lugar del país.

    Texto de Óscar Rosales
    Fotografías por Raúl F. Pérez

    A pesar del intenso calor de medio día, madres, organizaciones civiles y activistas se reunieron este martes en la Cruz de Clavos para honrar a las víctimas de feminicidio en Chihuahua, así como denunciar las omisiones y deudas del Estado Mexicano, a 30 años de que comenzará un registro formal de estos crímenes en Ciudad Juárez y en la capital.

    En la ceremonia, Amnistía Internacional, organización que defiende y promueve los derechos humanos a nivel global, presentó la segunda edición del informe “Muertes Intolerables: un recuento de 10 años de desapariciones y asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez y Chihuahua”, el cual fue publicado por primera vez hace veinte años.

    “Con emociones encontradas estamos aquí nuevamente para acompañar los 30 años de intensa lucha protagonizada por las madres de las víctimas de feminicidio en Ciudad Juárez y en Chihuahua. El gran amor por sus hijas les ha permitido sobrellevar el dolor de ese largo peregrinar, soportar un duelo que no pueden cerrar y sobreponerse a las dolencias físicas para mantenerse firmes en su búsqueda de acceso a la justicia, la verdad y la reparación integral del daño”, declaró Edith Olivares Ferreto, Directora Ejecutiva de Amnistía Internacional México.

    La activista Alma Gómez Caballero contó como la “antimonumenta” que representa los miles de asesinatos de mujeres en la entidad, es la segunda colocada en la Plaza Hidalgo, ya que administraciones anteriores intentaron quemar la primera cruz.

    Explicaron que a la Cruz de Clavos le denominan “antimonumenta” ya que, a diferencia de los monumentos que son instalados por el gobierno, ésta busca apostarle a la memoria de una injusticia, y se nombra en género femenino para resignificar ese espacio que ha representado la violencia de género sufrida por miles de mujeres en la entidad.

    Gómez Caballero contó realizó un recuento de las denuncias y los casos de feminicidio más emblemáticos que sacudieron a la comunidad local e internacional, desde el incremento de asesinatos de mujeres que comenzó a darse en 1993.

    Recordó como en 1997, la activista Esther Chávez Cano inició la denuncia de los asesinatos en Ciudad Juárez, y realizaron en Chihuahua un panteón de cruces en la Plaza Hidalgo, acto al que acompañaron “las mujeres de negro”, como fueron etiquetadas de manera mediática las madres y familiares de personas desaparecidas. Al final, este grupo de mujeres se apropio del nombre y se hacen llamar así.

    De igual manera, habló de como en 2001 fueron encontrados los ocho cuerpos de mujeres en un campo algodonero de Ciudad Juárez en el 2001 (caso conocido ahora por ese nombre), y con el cual la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió una sentencia en el que condena al Estado Mexicano como responsable de esos crímenes y responsable de reparar el daño.

    Con esto, enfatizaron que una de las grandes deudas del Estado es la “no repetición”, la cual no se garantiza en Chihuahua.

    No obstante, los avances que se han tenido en Chihuahua, como la tipificación del delito de feminicidio y la construcción de políticas públicas en favor de la mujer, ha sido un esfuerzo colectivo

    Luego de relatar esas experiencias, las participantes encendieron en la parte superior de la Cruz de Clavos, un contador digital de “muertes intolerables”, que se colocó con el fin de visibilizar el número de mujeres asesinadas en el estado.

    Alrededor de la antimonumenta también se colocaron otras cruces rosas más pequeñas que el viento derribó. Las activistas dijeron no haber levantado nuevamente estos símbolos para ejemplificar como se encuentran a las mujeres víctimas de feminicidio.

    En una intervención, Carmen Castillo, madre de Mónica Liliana Delgado, desaparecida el 20 de diciembre del 2010 y cuyos restos fueron encontrados en el Valle de Juárez, señaló que hasta el día de hoy no ha obtenido justicia por el caso de su hija.

    “Nos entregan puros restos, y a veces ni completos. Ellas no deberían haber terminado así (…) mi hija solo tenía 18 años, le quitaron la vida, su alegría”, denunció Carmen.

    La madre agregó que la gobernadora “prometió cosas” en una de sus visitas a Ciudad Juárez, y que hasta el momento, no ha cumplido con ninguna de ellas y tampoco ha tenido un acercamiento directo con ella.

    El Movimiento Estatal de Mujeres denunció que en el presupuesto de egresos del 2023 no hay un recurso asignado al equipo de expertas de Violencia de Género, que forma parte de las acciones a cumplir tras la declaratoria de Alerta de Violencia de Género del 2021 para los municipios de Chihuahua, Cuauhtémoc, Guadalupe y Calvo, Parral y Ciudad Juárez.

    Debido a lo anterior, la organización considera que los actos son de total simulación, ya que sin presupuesto es difícil llevar a cabo las acciones necesarias para empezar a combatir de manera eficaz la violencia contra las mujeres.

    Este grupo de mujeres también ha solicitado en dos ocasiones tener reuniones con la gobernadora de Chihuahua, Maru Eugenia Campos Galván, pero hasta el momento no han recibido respuesta. Señalaron que deberían ser las autoridades las que busquen a las víctimas y movimientos, y no al revés.

    De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), del 2018 a la fecha han asesinado 19,912 mujeres en México.  

    En lo que va del 2023, 26 mujeres han sido víctimas de feminicidio en Chihuahua, lo cual lo coloca en el sexto estado con más casos.

    Al finalizar el homenaje, madres y activistas colocaron un arreglo de flores y una vela en la placa de Marisela Escobedo, activista asesinada frente a Palacio de Gobierno en diciembre del 2010. Ahí mismo, todas entonaron la “Canción sin miedo” de la compositora coahuilense, Vivir Quintana.


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